Krul detiene el sueño de Costa Rica

holanda-costa-rica

Holanda (4) 0-0 (3) Costa Rica

Holanda disputará las semifinales del Mundial de Brasil 2014 después de derrotar en la tanda de penaltis al conjunto centroamericano por 4-3 tras el empate a cero durante los 120 minutos reglamentarios. El cambio de Van Gaal en el 119 de Cillessen por Tim Krul, clave.

De nuevo las gradas del estadio de Salvador de Bahía volvían a llenarse hasta los topes para vivir un partido grande. La sobria pero efectiva selección holandesa se medía por un puesto en las semis al sorprendente y rocosa selección de Costa Rica. Todo hacía indicar que sería un partido diferente para la selección europea, ya que eran ellos los máximos favoritos, esta vez sin ningún género de dudas.

Los holandeses salieron con la lección aprendida desde el pitido inicial. La ‘oranje’ llevaba el peso del partido y las ocasiones eran cuestión de tiempo que empezaran a llegar para el conjunto de Van Gaal. Y así fue, mediada la primera parte ya habían sido dos las oportunidades en las que el verdadero salvador de Costa Rica, Keylor Navas, había tenido que emplearse a fondo. Los holandeses, otro partido más, volvían a mostrarse absolutamente infranquables atrás y muy fiables en la zona ofensiva, guiados por el tridente que comanda las operaciones: Sneijder, Robben y Van Persie. A pesar de que el extremo está siendo el más destacado de su selección en lo que llevamos de competición, era el mediocentro el que parecía iluminado. Guiaba al equipo de una manera sublime y las mejores oportunidades partían de sus botas, como un excelente lanzamiento de falta que obligó a estirarse como nunca a Navas.

Las ocasiones seguían llegando a la meta de Keylor y el conjunto ‘tico’ se mostraba impotente ante la superioridad holandesa. Su única opción era aguantar hasta el final del primer acto y comprobar si en el segundo, la situación se revertía.

Y así lo hicieron. A pesar de las acometidas constantes de Holanda, Costa Rica y su portero continuaban férreos atrás y lograban llegar al final de los primeros 45 minutos con 0-0 en el marcador.

Lamentablemente para los intereses centroamericanos, el guion se mantuvo invariable. Los pupilos del exentrenador del FC Barcelona seguían asediando sin piedad la meta del meta del Levante que continuaba respondiendo con enormes intervenciones. Sin embargo, los costarricenses no solo contaban con el buen hacer de su portero, también tenían como aliada a la diosa Fortuna. Además de las incontables oportunidades que eran desbaratadas gracias a Navas, los palos también rechazaban los lanzamientos holandeses, como en el minuto 91 cuando un disparo a puerta vacía de Van Persie golpeaba en un defensa de Costa Rica para terminar saliendo despedido hacia el larguero.

Los aficionados europeos empezaban a desesperarse y empezaban a pensar que no llegaría el gol de la victoria. Y efectivamente llevaban razón.

El encuentro se fue a la prórroga y el cansancio afloró en los 22 jugadores sobre el terreno de juego. A pesar del esfuerzo, los holandeses seguían teniendo algo de gasolina en el depósito para seguir carburando su eficiente motor. No dejaron de llegar a la portería de Costa Rica y Navas y la defensa seguían sin dar opción a los atacantes holandeses. Pero como en el fútbol nunca hay que dar un partido por ganado (o empatado), Costa Rica tuvo el billete a las semifinales al alcance de la mano. Un rápido contraataque de los centroamericanos finalizaba en un potente disparo raso de Marcos Ureña que obligó a Cillessen a realizar una fenomenal intervención con su pie izquierdo para despejar el esférico. Cuando ya todo hacía presagiar la tanda de penaltis, Louis van Gaal rompió el partido. Corría el minuto 121 de encuentro y a Holanda todavía le restaba un cambio por realizar.

Por esta razón el próximo técnico del Manchester United decidió sustituir a su portero titular para dar entrada al guardameta del Newcastle United, Tim Krul. La afición estaba atónita pero todo tenía una explicación.

Desde su llegada a Brasil, Van Gaal empezó a mentalizar a su portero suplente de una cosa: él sería el que jugaría si el equipo llegaba a tanda de penaltis. Todo su entrenamiento durante el mes que lleva en el país americano se basó en eso. Él tendría que ser el salvador de la ‘naranja mecánica’.

Con esa mentalidad inculcada en la cabeza de Krul, Holanda llegaba a la tanda fatídica. El primer lanzamiento corría a cargo de Costa Rica, que lograba ejecutarlo. Respondía Holanda con un disparo seguro y a la cepa del palo de Van Persie. Los penaltis se sucedían y entonces apareció la esperanza ‘oranje’.

Tim Krul surgió de las profundidades y devolvió la confianza depositada de Van Gaal para detener dos disparos con dos grandes intervenciones que le dieron el pase a su selección a semifinales de un Mundial, por segunda edición consecutiva.

La sorprendente Holanda se jugará su pase a la gran final frente a la ‘Messidependiente’ argentina el próximo miércoles en Sao Paulo. Hagan juego, caballeros.