María del Mar Blanco destaca el “firme compromiso” del Ayuntamiento de Las Rozas con las víctimas del terrorismo

Diecinueve años después del secuestro y asesinato del concejal del PP en Ermua Miguel Ángel Blanco a manos de ETA, su hermana, María del Mar Blanco, defendió en Las Rozas la necesidad de seguir manteniendo viva la memoria de su hermano y del resto de víctimas del terrorismo, a los que ha calificado como “héroes de la democracia”.

“Si bien ya se ha ganado la batalla a ETA, ahora tenemos que ganar la de la verdad, porque no se puede legitimar la historia del terrorismo con el olvido”. La diputada del Congreso de los Diputados hizo estas reflexiones en un acto homenaje a Miguel Ángel Blanco, y al resto de víctimas del terrorismo, organizado por el Ayuntamiento de Las Rozas justo en el aniversario de su muerte, en el que quiso acompañar a su alcalde, José de la Uz, y a la secretaria de Estado de Igualdad y Servicios Sociales, Susana Camarero, y que también contó con la presencia de concejales de la corporación.

María del Mar Blanco destacó el “firme compromiso” de Las Rozas con las víctimas del terrorismo. “Es un ejemplo para muchos municipios que, con otras ideologías políticas, quieren imponernos un relato que no corresponde con lo que ocurrió, no con lo que padecieron las víctimas ni con lo que cometieron los verdugos”, señaló, tras afirmar que se sintió reconfortada porque “no hay mejor medicina para los familiares de las víctimas del terrorismo que estos homenajes y este cariño”. 

De la Uz, por su parte, agradeció su presencia en un “día tan especial” y su “testimonio permanente de dignidad”, y quiso “recordar el espíritu de solidaridad, de rabia, de dignidad y justicia que brotó aquellos días en toda la sociedad española y que hoy queremos mantener vivo, aunque lamentablemente algunos pretendan blanquear la historia para las generaciones venideras”. Ambos dirigentes coincidieron en que “esa es nuestra fuerza”: la unidad frente a la barbarie.

Al acto asistieron medio centenar de personas y contó con la interpretación de piezas musicales de Ennio Morricone y Camille Saint-Saëns.