DIARIO DE UN PSICOTERAPEUTA: Brian

DIARIO DE UN PSICOTERAPEUTA .

Brian: Sí doctor, mañana no venga a casa. Mi padre se está muriendo por coronavirus. Las esperanzas son pocas con casi 90 años.

Qué grande mi padre, con 90 años y se contrata a un psicólogo para vivir mejor su vejez y llevarse mejor con mi madre. Hay que ser grande doctor para hacer una cosa así. ¿A qué no tiene a personas como mi padre que le piden que vaya a sus casas a verle? Qué dolor doctor tengo, si mi padre se muere no sé que voy a hacer. Le contagié yo, él no salía de casa lo recuerda, para no contagiar y no contagiarse. Era pulcro, fue un empresario de pro.

Y ahora en la UCI. Puta nochebuena, me recorrí media España para estar con ellos en Navidades. Solo fuimos los cinco de la familia y yo di positivo al día siguiente. Qué dolor doctor, qué dolor. Me dijo mi padre que un día jugó con él al ajedrez, ¿Sabe él me enseñó a jugar a mí?

Me dio usted envidia, allí en Madrid y mi padre hablando con un desconocido para mejorar su vida. Qué moderno mi padre, cuando yo fui a un psicólogo fui con miedo y con vergüenza, lo dejé por ese motivo además.

Me sentía mediocre por ir, me sentía estropeado y no pude continuar, los trapos sucios en casa me dije y estoy fatal, y mi padre sin embargo, sin ningún complejo, le llama le da una cita y comienzan y él tan contento, diciendo que no discute tanto con mi madre y que ha pensado en echar una cana al aire con su edad.

Qué hombre, mi padre parecía que tenía 100 manos, ¡cómo nos ayudó a mí y a mis hermanos! El que tendría que morir soy yo no él, él solo se quito la mascarilla conmigo en la cena y mire lo que pasó doctor.

¿Y si me hubiesen prohibido viajar?¿Y si los gobiernos hubiesen sido duros con nosotros, mi padre seguiría vivo?

Bueno, está vivo pero ya le siento lejos, no puedo verle y le siento muerto, inerte, frío. Nunca le llegué a mi padre a la suela del zapato ni nunca le llegaré a ningún sitio. ¿Qué puedo hacer? Solo dejan entrar a mi hermana en la habitación. Mi madre y yo en casa esperando la noticia de su muerte, llorando y viendo fotos.

Mañana no venga doctor, nosotros somos positivos, asintomáticos pero tenemos el virus. Qué dolor tenemos, qué se hace cuando se muere un padre, cuando se contagia a un padre que se muere qué se hace. Mi padre le quería, hablaba muy bien de usted. Le contaba batallitas, yo no le dejaba, le decía papá ya estás con lo de siempre. No le di nietos, cómo le hubiese gustado tener nietos, nunca hice nada por él.

Viví mi vida de espaldas a él. Qué dolor doctor, qué dolor.

Mañana no venga él no estará. Gracias. Le avisamos cuando todo esto pase.

Sergio García Soriano es psicólogo clínico en Madrid y San Lorenzo de El Escorial.