Gente «corriente»

No debería ser necesario recordar que cualquier compañía o empresa privada tiene el perfecto derecho de contratar a las personas que considere más idóneas para llevar a cabo las funciones de un puesto de trabajo o de representación con todas las garantías y con la mayor efectividad.

Nadie duda de la capacidad y preparación académica de Antonio Miguel Carmona Sancipriano, madrileño de Malasaña, doctor (auténtico) en Ciencias Económicas, especializado en crecimiento económico y nuevas tecnologías, que (alguien debería tomar nota) recibió el premio a la mejor tesis doctoral.

Fue profesor de la materia en la Universidad Complutense de Madrid y en varias universidades extranjeras y actualmente sigue dando clases en la Universidad (privada y católica) San Pablo CEU.

Hombre polifacético y dotado de un “pico de oro”, ha escrito varios libros relacionados con su especialidad académica y su participación es habitual en la mayoría de los programas de debate político en radios y televisiones; su participación muy vehemente siempre, ha acabado convirtiéndole en un personaje muy conocido.

Ha recibido diversos premios y distinciones tanto por su labor pedagógica, como por su faceta literaria y periodística o por su implicación en asuntos humanitarios internacionales.

Fundador del Diario Progresista, sigue siendo su director y como persona emprendedora, en su trayectoria ha dirigido varias empresas.

Auténtico “niño prodigio”, con tan sólo 14 años creó la revista “31 días”; a los 17 se entrevistó con dirigentes del IRA en el Ulster; con poco más de veinte lo mismo entrevistaba a Gadafi que a dirigentes del Frente Polisario.

Que de pronto, a la vista de sus demostradas “capacidades” personales, una de las principales empresas del país decida contar con él como vicepresidente no debería suponer sorpresa para nadie…

A no ser que esa empresa privada, Iberdrola España, como el resto de las compañías energéticas, esté inmersa en un tenso conflicto con el gobierno social/comunista de España, en medio de la mayor escalada de la historia del precio del megavatio y que Antonio Miguel sea un destacado socialista.

Militante del Partido Socialista desde los 23 años, ha desarrollado dentro del socialismo madrileño una larga e intensa carrera; ha sido dirigente del Partido Socialista de Madrid y miembro de la Ejecutiva Federal del PSOE.

Diputado autonómico –el más activo de todos- en dos legislaturas en la Comunidad de Madrid, fue también Secretario de Política Económica y Empleo de los socialistas madrileños y candidato a alcalde de la capital en las municipales de 2015 que llevaron a Manuela Carmena a la alcaldía.

Apartado como portavoz, renunció a ser Secretario General del PSOE en Madrid y rechazó un puesto de senador que le ofrecían (al parecer es el premio de consolación para los defenestrados).

Cuando en las primarias del partido para el Senado en 2019 fue quien más votos obtuvo de los militantes, Sánchez, o sus asesores, decidieron no incluirlo en esa lista y él rechazó ir en las del Congreso de los Diputados.

Esa es su historia, él no es gente «corriente» y el fantasma de la “puertas giratorias” por las que entran en la empresa privada quienes fueron destacados miembros de los partidos, vuelve a hacerse presente, para sorpresa de muchos y para indignación de quienes pensaban que la izquierda había llegado para acabar con tan bien remunerados privilegios.