La catarsis de SZA o las mujeres que no envidiaban a los hombres

Hilario Martínez – @hilario_rex | Foto: Vogue

El papel de la mujer en la industria musical ha empezado a cobrar fuerza en los últimos años. Sin embargo, el hecho de que en muchas entregas de premios aún exista la separación por sexos sigue denotando una falta de igualdad clara y absurda. En 2016, una Rihanna totalmente diferente nos sorprendía con el lanzamiento de «Anti», ese brillante disco sin terminar que está a medio camino entre lo comercial y lo extraño. Pocos se fijaron en que la canción que abría el album contaba con la colaboración de una artista: SZA 

 

¿Quién es SZA? Se trata de una chica que compone sus propios temas cuyo sonido gira en torno al R&B y al soul. En junio de 2017 veía la luz «CTRL», una propuesta alternativa y diferente a todo lo que se estaba llevando que llegó para quedarse y para colocar a la artista entre las grandes sorpresas del año pasado en EEUU. Sin embargo, pocos la conocen aún en Europa. 

 

Hace un año, SZA lanzó al mercado una confesión en forma de disco, una colección atemporal de temas melancólicos e íntimos que tardará en encontrar una digna competidora. La artista se aventuró a confesarse y su testimonio sirvió para que estuviese nominada a varios GRAMMYs que no ganó. Igual lo que le faltó era ser Bruno Mars. O Kendrick Lamar. O cualquier hombre.

 

En los tiempos que corren, no hace falta casarse con las radios ni ganar mil premios para triunfar. Con la experiencia, se va instaurando esa maravillosa idea que afirma que la música se disfruta y muchas veces, ayuda al artista a hacer catarsis. SZA lo sabe muy bien. «CTRL» no es aburrido. Es necesario. Es SZA. No oculta gran cosa, pero sí. No parece espectacular, pero sí. 

Artículo perteneciente a la sección del podcast elCofreSuena en el periódico Capital Noroeste