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FC Barcelona 2-1 Real Madrid: El Barça, un paso adelante

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El FC Barcelona ganó ayer en el Camp Nou al Real Madrid (2-1) en un ‘Clásico’ muy intenso y disputado en el que ambos equipos dominaron y perdonaron a la par, que pudo ganar cualquiera y que acabó siendo blaugrana por las ‘machadas’ de Mathieu y Suárez que apagaron a un Madrid superior en buena parte del encuentro, y que al final sufrió con el envite final de Leo Messi que, tarde, pero se enchufó para lograr poner a los suyos 4 arriba en la tabla.

Con este triunfo, peleado y sufrido, incluso afortunado a tenor de ciertos lares del partido, el Barça reforzó su liderato. En poco tiempo ha pasado de ver al Madrid a 4 puntos por encima a hacerlo desde ayer a 4 puntos por debajo, ocho puntos ganados aprovechando un bajón del Madrid que no se vio, pues hubo un gran fútbol blanco hasta poco antes del final. El Barça, por contra, tuvo que corregirse, redimirse, para encontrar con Messi el camino al triunfo. Se vio vencido y acabó vapuleando al rival, y de no ser por Casillas el resultado habría sido más amplio.

El sinfín de ocasiones desaprovechadas por el Barça puso nervioso al Camp Nou, que no se fiaban de un 2-1 estéril y débil, más viendo lo sucedido hasta el momento. Jugó sus mejores minutos el Barça tras el gol de Suárez, que controló con el exterior de la bota derecha un pase largo de Alves y acto seguido conectó un disparo cruzado al que no llegó Casillas. Pero es que antes el Madrid perdonó el 1-2 y hasta el 1-3, con palo de Ronaldo, y una gran actuación de Claudio Bravo en la portería. El ‘Clásico’ tuvo de todo y, sobre todo, no hubo que lamentar ninguna acción de juego sucio. Pitó Mateu Lahoz el final y reinó la deportividad.

El Barça ganó con dos goles en casi sendas ocasiones. Con el 2-1 sí tuvo más ocasiones el equipo blaugrana, que al recuperar la iniciativa en el marcador propició un apagón, una desconexión, del Madrid. Dos ocasiones claras, dos goles. Después, más presencia arriba, más peligro creado, pero no se cantaron más goles. El Madrid dominó pero cayó en la trampa que tantas veces puso, dar el control y recibir machadas letales, y es que era mejor pero se estrelló en Bravo, muy bien el chileno, y no tuvo premio.

Acabó siendo mejor el Barça, y lo hizo gracias a juntar líneas, a volver a creer en que el camino al triunfo pasaba por manejar el balón y no en ser mareado por el rival. También influyó en ello que Messi dejara la banda para irse al centro, para tener movilidad en la zona del ‘falso 9’ por detrás de Suárez. Ello hizo que pasara de estar desapercibido a crear las ocasiones con las que el Barça optó al 3-1.

No atinó el equipo blaugrana a cerrar el partido, en parte porque estuvo aciago Neymar. El brasileño fue sustituido de nuevo, aplaudido pero cabizbajo, y es que escuchó el ‘run run’ del Camp Nou en cada ocasión marrada. Pero por suerte para los culés si acertó Suárez para poner el 2-1, en la jugada que cambió el signo del partido. Hasta entonces fue mejor el Madrid, y desde el tanto cogió las riendas el Barça. La entrada de Busquets ya dio estabilidad, y Xavi frescura. Pero siguió sin llegar la sentencia, que salvó Casillas a botas de Alba tras un autopase del carrilero que le dejó solo ante él.

Pero fue mejor el Real Madrid en la primera parte, sin duda, y hasta el gol de Suárez. Se avanzó el Barça con el gol de Mathieu, de cabeza a centro de Messi de falta, y dominó ciertos minutos, pero sin ser capaz de crear peligro. Por contra, el Madrid aprovechó la invitación blaugrana a llevar el partido, propiciada también por la presión alta de los blancos con el paso de los minutos, y lo hizo pagar caro. El Barça perdió el rumbo, se aculó junto a Bravo y el Madrid jugó a lo que le gusta, a morder con intensidad.

Llegó el gol de Cristiano Ronaldo, enésimo contra el Barça y décimo en el Camp Nou, pero pudieron llegar más. La clave del gol blanco, por cierto, un ‘espuelazo’ increíble de Karim Benzema, el mejor del Madrid, que dejó solo al portugués. Gareth Bale perdonó, vio también cómo le anularon un gol por fuera de juego muy justo, tuvo una gran ocasión Isco, y el Madrid dio más sensación de peligro, y de tener los fundamentos más asentados. Marcó Cristiano pero con mérito total de Karim Benzema, quien le asistió de espuela, y Luka Modric, origen de la jugada.

El 4-3-3 de Carlo Ancelotti lo era solo en ataque, si bien Marcelo subía a placer por su carril izquierdo, haciendo daño sobre todo cuando Ivan Rakitic no llegaba a la cobertura de ayuda a Dani Alves. En defensa, Gareth Bale reculaba y dibujaba un 4-4-2 con el que controlaban más a Neymar y Messi, en las bandas, pero fue una noche para olvidar la de Neymar, con múltiples pérdidas y perdonando el 2-0 que hubiera cambiado todo, en un gol cantado por todo el Camp Nou menos por él. Y Messi, pegado a la cal, no intervino lo esperado y él mismo se fue yendo hacia el centro, buscando más balón, buscando ser quien está mostrando ser en los últimos partidos sin fortuna.

Pero no funcionó la idea del FC Barcelona y acabó pidiendo el descanso, pues el Madrid estuvo muy cerca del 1-2, cuanto menos. Sin duda, más méritos hizo, pues Ronaldo también envió un balón al larguero tras otro centro de Benzema, y obligó a Bravo a sacar una gran mano con un trallazo con olor a gol, en los últimos minutos de empuje increíble de los blancos, ajenos a los 98.760 espectadores que poblaron el feudo blaugrana, y que al final vieron como se iban a casa con 68 puntos, 4 más que el eterno rival.