Han matado la sonrisa

Hoy, por primera vez desde que llegamos [a París, desde el día 3 de enero] amaneció con un cielo ligeramente azul aunque la temperatura seguía siendo glacial.

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Fui a mi trabajo como cada día, al salir ya estaba otra vez nublado. Poco duró el sol. Era a mediodía, fui a ver a mi vecina para darle un poco de mazapán de España y desearle el feliz año nuevo. Ha sido ella la que me ha contado la noticia y que estaba horrorizada por lo que había ocurrido.

A estas horas [19h50’] hay 3000 policías que siguen la pista «la chasse à l’homme» a los tres terroristas que han huido hacia el norte. El nivel del  plan vigipirate  [plan de emergencias] está en nivel de alerta máxima, de terrorismo y han llegado aviones del sur con 300 soldados.

Hoy era el primer día de las rebajas y pensaba ir al centro pero ante lo ocurrido he preferido quedarme en casa por miedo a problemas con el RER [el tren de cercanías de la región de París] ya que hay controles policiales por todas partes. Por lo mismo Francisco, mi hijo, no ha ido esta tarde a la universidad, a donde pensaba ir para sacar libros de la biblioteca.

Hay manifestaciones en la Place de la République que están prohibidas por el Ministerio del Interior, pero la gente no deja de ir. Se lo he dicho a Francisco. Yo iría si tuviera su edad y a pesar del frío reinante pero ya sabemos cómo son nuestros hijos que han nacido en la libertad y no se imaginan como vivirían si la perdieran.

El eslogan que circula entre todos los medios de comunicación es «Je suis Charlie», una forma de rendir homenaje  y solidarizarse con sus compañeros de profesión asesinados. 

El periódico Charlie Hebdo era satírico, como del tipo de El Jueves en España. Ridiculizaba todas las religiones y todo lo que oprima la libertad del ser humano. Estaban amenazados de muerte y han tenido varios atentados. La caricatura de Mahoma tuvo mucha repercusión hace unos años.

Estaban muchos de ellos protegidos. El director del periódico, Stéphane Charbonnie, ha muerto junto a su policía que no ha podido hacer nada más que perder la vida también. Cuatro grandes dibujantes muertos, históricos, muy conocidos en Francia. Se dice que han matado la sonrisa, la libertad.

Los franceses se preguntan horrorizados cómo pueden entrar en un periódico con protección policial unos hombres cargados con Kalashnikov y matar a 12 personas. Sabían que era la hora de la redacción. Todo estaba estudiado. Gente entrenada. Matan a todos los que quieren, salen, se enfrentan a la policía y salen indemnes. Abandonan el coche, roban otro, aplastan un pobre peatón y desaparecen.

Las consecuencias de esto no se saben, nada buenas. A las 20h en el Grand Journal [el telediario de máxima audiencia en Francia], hablará el Presidente de la República. Ahora, en Canal + hay un especial muy bueno, donde participa muy conmovido, entre otros, el abogado del periódico Charlie, él les defendió en cada denuncia de los musulmanes. Ahora sus clientes están muertos y dice que en homenaje a ellos hay que seguir riéndose de la vida y de todos los que nos quieren aprisionar.

Stéphane Charbonnie, el director del semanario Charlie Hebdo había dicho anteriormente: Je prefère mourir debout à vivre à genoux [Prefiero morir de pie que vivir de rodillas].

Ana María Pulido Infante. Desde París, en directo.