El Show del Mago «Antonio»

Se puede esperar cualquier cosa de quien ganó las últimas elecciones generales basando su campaña en numerosos puntos que acabó incumpliendo  y en repetidas líneas rojas que luego cruzó sin ningún rubor.

Piensa que pasará a la historia y lo hará, pero no por el asunto de la exhumación del dictador fallecido en la cama de un hospital público, sino por haber llenado a rebosar la hemeroteca de la historia con tan numerosas mentiras como para una enciclopedia de las proporciones de la Britannica.

Puede que sea fruto de la desesperación que le provocan la mayoría de las encuestas que no controla, según las cuales camina hacia una derrota cantada, pero lo cierto es que haciendo suyo aquello de que “la mejor defensa es un ataque”, mantiene desde hace tiempo una actitud hostil e insultante por momentos contra la oposición, dando la sensación en ocasiones, incluso en el Congreso de los Diputados, de resultar un vulgar “faltón”.

El 24 de marzo de 2021, el que era Ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana del Gobierno de España, José Luis Ábalos, el mismo que el 20 de enero del año anterior mantuvo aquel rocambolesco encuentro con la vicepresidenta del gobierno de Maduro, Delcy Rodríguez en Barajas, anunció que el gobierno del que formaba parte iba a “conseguir CIEN MIL VIVIENDAS en alquiler asequible a lo largo de la legislatura”.

Los ciudadanos somos, o fingimos ser, ligeros de memoria y puede ser que algunos ya no recuerden si dijo CIEN o dijo CIEN MIL, pero en cualquier caso cuando han pasado más de dos años desde entonces no hay ni rastro de una sola de aquellas viviendas “prometidas”.

Los políticos, como los asesinos, tienen la mala costumbre de volver a la “escena del crimen” y tarde o temprano vuelven a repetir cualquiera de sus anteriores promesas incumplidas.

Cuando estamos a un mes de las elecciones municipales y autonómicas, asistimos perplejos al anuncio, escalonado y creciente del “compromiso” renovado del Gobierno con el delicado asunto de la vivienda.

Por boca del propio presidente Sánchez, el 16 de abril conocimos la “intención” del Gobierno de poner a disposición de los ciudadanos (incluye mujeres y hombres), primero 50.000 viviendas de la SAREB, “en alquiler a precios asequibles”.

El 19 de abril anunció 43.000 más financiadas con fondos ICO y  ayer, 25 de abril, otras 20.000 viviendas más en terrenos del Ministerio de Defensa (al que deberá pagarse el suelo necesario a precio de mercado, tal y como ha anunciado la titular Margarita Robles).

La “promesa” de Sánchez alcanza ya la cifra de 113.000 viviendas y supera ampliamente la promesa de Ábalos; puntualizando ahora que serán “para nuestros jóvenes y para las familias que no pueden pagarse un alquiler”, algo que genera la duda de si quienes “no pueden pagar un alquiler”  podrán pagar un “alquiler asequible”.

¿Por qué creer ahora a quienes pudiendo haberlo hecho, al menos en los dos últimos años, no lo hicieron y nos repiten su promesa incumplida?.

La demagogia electoral no conoce límites, así que no se extrañen si de aquí al 28 de mayo, cuando nos presenten las urnas, el número de viviendas se ha «incrementado» aún más.

Una simple regla de tres nos dice que si en los últimos DIEZ DÍAS se han prometido 113.000, en los 32 días que faltan para la votación se podría llegar a las 361.600 viviendas, con lo que se pondría fin al problema.

Pero no nos engañemos, mejor, no nos engañen, con un refrito de promesas incumplidas; desconfiamos de los políticos metidos a magos y por más que la escenografía pueda parecerles espectacular a algunos, el “Show del Mago Antonio” adolece de credibilidad y ya no convence a la mayoría de los españoles.