La investidura que viene

Dedicado a mi nieto Álvaro, que hoy, 17 de junio, cumple 2 años

¿Quién le iba a decir a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, hace poco más de un año, cuando después de haber perdido estrepitosamente dos elecciones generales y contando con tan sólo 84 diputados, logró hacerse con la presidencia del gobierno de España, que un año más tarde y habiéndolas ganado con 123 le iba a resultar algo más “problemático” volver a conseguirlo?.

Constituidos los ayuntamientos, una vez clarificadas muchas posturas y materializados los pactos, el interés de los ciudadanos radica en ver cómo finalmente se desarrolla la sesión de investidura que le “renovará” la residencia en el Palacio de La Moncloa para los próximos cuatro años.

No es un secreto que a los socialistas les gustaría la opción de llegar a la sesión contando con los 176 apoyos de la mayoría absoluta y no es un imposible, ¡sólo les hacen falta 53!.

Es imprescindible que Unidos Podemos les “de” sus 42 votos, pero tal y como se han ido desarrollando los acontecimientos, en ningún caso va a ser un regalo, pero podríamos dar por hecho que conseguidos esos apoyos, ¡sólo les faltarían 11!.

La formación morada, más bien multicolor, no se ha venido abajo tras el varapalo de las urnas sino más bien se ha crecido considerándose imprescindible y por medio de su líder ha venido manifestando como una prioridad la entrada en un gobierno, que ellos quieren de coalición, en el que se les asignen varios ministerios y otros a lo más que parecen dispuestos es a uno de “colaboración”, esto es, “nos das tus votos en la investidura y ya si eso luego…”

Tienen garantizados los 6 del PNV, no sólo como contraprestación al apoyo recibido en los ayuntamientos de las tres capitales vascas, sino por la “tajada” que, como siempre y sin importarles el color del gobierno de turno, conseguirán.

Revilla no sólo le obsequiará una vez más con sus anchoas cántabras, sino también con el voto de su único representante, tras obtener el compromiso de mejorar la comunicación ferroviaria con Madrid y del pago de 22 millones anuales, durante 5 años y medio, de la deuda estatal correspondiente a aportación a la construcción del hospital de Valdecilla, inaugurado en 2015.

Podrán contar con el único voto de Compromís, con los que ya han formalizado numerosos acuerdos en la Comunidad Valenciana y ¡ya sólo les faltarían 3 votos!.

Se los podría dar EH Bildu, pero es casi seguro que no lo harán, por muchos motivos, pero especialmente por haber “permitido” un gobierno de Navarra Más en la comunidad foral, la misma que según los “papeles” de ETA, podría haber pasado a formar parte de un órgano común con el País Vasco, si hubieran cristalizado las “ofertas” del gobierno de Zapatero con la banda terrorista en las negociaciones de Oslo de 2006 y si los asesinos no hubieran vuelto a atentar, el 30 de diciembre del mismo año en la T4 de Barajas.

No les dará sus dos votos Coalición Canaria, menos ahora tras arrebatarles el PSOE la alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, donde habían gobernado durante las últimas cuatro décadas; algo que ha sido posible por la inestimable colaboración de C´S.

Buscar los 3 votos que supondrían el éxito de la primera votación de la investidura no parece fácil; no pueden esperarlo de PP, C´S, ni VOX, porque no se pueden pedir peras al olmo, ni sinceramente los merece Sánchez tras haber llegado al poder de la forma en que llegó hace un año.

Y es muy probable que estos tres grupos voten en contra también en segunda votación, tal y como han repetido hasta la saciedad.

Sólo les queda recurrir a los separatistas de ERC y Juntos x Cataluña, “amigos entrañables” hace un año y ahora indignados y furiosos “enemigos” ante una más que probable sentencia condenatoria para quienes se alzaron contra el estado y lejos de arrepentirse prometen volver a hacerlo.

Sólo el compromiso formal del gobierno de Sánchez que incluya la concesión del indulto para los suyos, parece suficiente para que al menos en segunda votación se abstengan; su voto en contra podría conducir a la celebración de nuevas elecciones.

Como única salida y “por el bien del país” que reclaman algunos interesados, flota en el aire la posibilidad de que un número testimonial de PP, C´S o VOX acuerde abstenerse, “coronando” como presidente a Sánchez y evitando una nueva cita con las urnas en la que más de una de las formaciones podría salir mal parada.

Permanezcan atentos porque ésta, con muy ligeras variaciones, puede ser la investidura que viene.