Sánchez sabe cómo ganarse los apoyos

Pedro, para muchos definitivamente Pedro “El Guapo”, conoce mejor que nadie sus limitaciones y como en aquel mítico anuncio sabe que estando lejos de una mayoría absoluta de su partido, necesita a su particular “Primo de Zumosol”.

Lo necesitó para desbancar al registrador de la propiedad, metido a político, en aquella histórica moción de censura de junio de 2018 y luego para formar su primer gobierno.

Siguió necesitando esa ayuda aunque ganó las elecciones y la encontró no sólo en sus socios de gobierno, sino en todo un abanico de partidos del más variado “pelaje”, que a cambio de sus escaños lograron las “compensaciones” que se han ido viendo con el paso del tiempo.

No es necesario, por ser del dominio público, recordar que a Pedro Sánchez Pérez-Castejón, no le ha importado nunca lo más mínimo convertirse en una contradicción andante, que ha incumplido sistemáticamente su propia palabra en numerosos asuntos, fueran triviales o de importancia.

Resulta “de broma” repasar la hemeroteca y comprobar cómo se ha desarrollado la historia reciente; Pinocho a su lado es un simple aprendiz.

Superada la decepción mayoritaria por comprobar que no fue capaz de negar los indultos a los separatistas catalanes condenados por el Tribunal Supremo, hace sólo unos días se plantó en Barcelona para “abrir la mesa”.

Sabe que necesita a su “primo” de ERC y que no conviene contrariarlo; como en la canción “si tú me dices ven, lo dejó todo” y vuelo a Barcelona.

La inmensa mayoría de los ciudadanos de este país, sabemos que no es, no puede serlo, una mesa entre “estados”, que España es una única nación y que lo seguirá siendo, mal que les pese a algunos, durante mucho tiempo.

Que Cataluña, siendo una de las más importantes, tanto por población como por la generación de riqueza, es sólo una más de las 17 comunidades autónomas que integran la nación española.

Que más que “conflicto”, lo que hay es una obsesión de una parte de su población y especialmente de algunos de sus líderes políticos por “montar” una república independiente como quien monta un mueble de la cadena sueca.

El intento unilateral no duró ni un minuto, las condenas no surtieron ningún efecto ejemplarizante por el “regalo” de los indultos y el “apaño” de la mesa, limitado por la Constitución, es sólo una pintoresca escenificación para que algunos crean que se está negociando, conscientes de que de ahí no puede salir un referéndum de autodeterminación en el que voten sólo los catalanes.

Una parte nos dice que “se ha desactivado la unilateralidad y el procés se ha acabado” mientras la otra presume de “haber sentado al Gobierno de Sánchez para hablar de autodeterminación”.

Y la inmensa mayoría de los ciudadanos de España, perplejos, sólo percibimos que el único “logro” evidente es haber apartado al partido de Puigdemont de la mesa de los “colegas”.

Vosotros apoyáis a PSOE en lo que se os pida, incluida la aprobación de los próximos Presupuestos Generales del Gobierno de España y “yo me encargo de facilitar un rescate económico a Cataluña, que dicho sea de paso ha ido cayendo en picado desde que os embarcasteis en la aventura separatista”.

Definitivamente ellos son el “primo” al que seguirá recurriendo; Sánchez quiere ganar tiempo y sabe mejor que nadie cómo ganarse los apoyos para conservar el puesto hasta las elecciones y si hay que incentivar a las empresas para que vuelvan…