El rebaño de 1200 ovejas y 300 cabras reivindica los beneficios de la trashumancia y la ganadería extensiva

El rebaño de la trashumancia ha vuelto a detenerse en Guadarrama en su paso hacia los pastos del norte de España, concretamente hacia Palencia, donde pasarán el verano alimentándose y aprovechando las temperaturas más frescas que se registran en las zonas más altas, hasta regresar a Madrid en otoño para pasar de nuevo el invierno.

Un recorrido que realizan anualmente alrededor de 1200 ovejas y 300 cabras, que han estado acompañadas por varios perros, entre ellos dos mastines, que guiarán y protegerán el recorrido del rebaño, al frente del que marcha Marity González, la mayoral encargada, no solo de trashumar, sino también de reivindicar con ello la importancia de la ganadería extensiva y el pastoreo tradicional de nuestro país, gracias a la Asociación Trashumancia y Naturaleza, presidida por Jesús Garzón, y que cuenta en Guadarrama con la colaboración de numerosos vecinos entre los que destacan Ángel Ruiz Cazorla, Pilar Pozas, Enriqueta, Juanjo, Eugenio Pozas y Leonor Villazala que, en cada ocasión, reciben al rebaño, pastorean algunos kilómetros acompañándolo y se encargan de acoger a los pastores y brindarles su apoyo en colaboración con el Ayuntamiento de Guadarrama. 

Guadarrama es una de las localidades comprometidas con la trashumancia y la importancia de la misma para el medio ambiente, puesto que no solo ayuda a mejorar la calidad de vida de los animales, sino que, además, contribuye de forma activa a la mejora del medio ambiente puesto que el paso de los animales permite que se transporten y depositen semillas, insectos, etc… que facilitan el intercambio genético de las especies y la mejora de los hábitats, también contribuye a mitigar el cambio climático, ya que fija carbono en el suelo, previene incendios en las veredas y contribuye a la producción sostenible de alimentos.

Una actividad que mejora la conservación y supervivencia del medio ambiente que Guadarrama incluye en sus iniciativas por el Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio. Una celebración que acogió, el sábado 3 de junio, varios talleres infantiles en la Plaza Mayor en los que los más pequeños aprendieron jugando la importancia de los procesos y acciones de reciclaje y utilización de los recursos, que se completó además con el tradicional reparto de ejemplares de árboles como castaños, robles o arces, entre otros, cedidos por el IMIDRA, Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario de la Comunidad de Madrid, y algunos ejemplares de plantas aromáticas que son facilitadas por vecinas de la localidad como Leonor Villazala, impulsora de esta iniciativa municipal, que contó con la colaboración del Hogar del Pensionista y de algunas de sus socias que, todos los años, se comprometen con el desarrollo de la actividad.

Iniciativas en las que también participó el Hospital Guadarrama que acogió en sus instalaciones la exposición de objetos realizados con materiales reciclados y reutilizados llevada a cabo por vecinas de la localidad con la colaboración de la Escuela Infantil “El Tomillar” de Torrelodones, una salida dentro del Proyecto Libera que limpió el entorno de la Jarosa, reparto de árboles y plantas a los trabajadores del hospital, así como la realización de un taller para pacientes, con el que aprendieron a elaborar objetos con materiales reciclados.