El fuego y la magia de San Juan

Dice la tradición que en la hoguera de San Juan hay que quemar todo aquello que queremos hacer desaparecer o que no queremos que aparezca en nuestras vidas. Os invito a poneros cómodos y compartir un poco de fuego y humeante historia.

El renacer del sol quieto de verano: la noche de San Juan.

La tradición de la celebración del solsticio de verano es tan antigua como el origen de los tiempos. Los egipcios, los aztecas, los incas, los griegos, druidas… de Asia a América, de hinduistas a musulmanes, de budistas a cristianos, todos, todos, todos, tuvieron y tienen algún tipo de celebración o ritual específicos para la noche más corta del año.

En algunas culturas celebran la noche en la que se produce el solsticio, que no siempre coincide con la noche de San Juan. Nosotros, hijos de la tradición cristiana, celebramos esta noche el 23 de junio, aunque no coincida con el fenómeno astronómico.

Este año, el solsticio ha sido aún más mágico si cabe, coincidiendo con la luna llena, después de 70 años. Los astrónomos denominan a su resultado “luna de fresa

Entre el 21 y el 24 de junio la capa de ozono lo lleva claro.

El fuego es un elemento purificador que en esta celebración se utiliza para quemar, liquidar y deshacernos de las actitudes y actos que limitan nuestra personalidad, de los lastres del pasado o de situaciones que no deseamos vivir o repetir.

Todos estos ritos tienen como propósito recrear la magia, “cruzar la puerta”, dar el salto de una realidad a otra, quemando todo lo viejo, mediante el acto de arrojar al fuego de las hogueras todo lo inútil, lo que ya no queremos que exista en nuestra nueva personalidad naciente. En algunos lugares, mientras se arrojan al fuego los papeles con los deseos escritos, se entona algún canto o mantra de ofrenda a la Tierra o a la madre Naturaleza, o se medita visualizando todo aquello de lo que deseamos deshacernos en esta “vida nueva.”

En algunos lugares, la tradición se completa con baños al amanecer, como si de un ritual de bautismo se tratara, en el que nos deshacemos de la apariencia vieja y damos lugar a un nuevo ser, a un yo renacido, tras la noche de purificación.

En Madrid no tenemos demasiada suerte con las celebraciones, no es demasiado tradicional y el no tener un mar cerca, desluce bastante los actos. No obstante, cada vez son más los municipios de la Comunidad que organizan actos en honor a esta mágica noche: Manzanares el Real, Boadilla del Monte, Majadahonda… además organizan conciertos y actuaciones de baile alrededor de la fiesta del fuego.

Fuera de nuestra Comunidad, las hogueras más famosas se encuentran en: Alicante y Valencia, Soria, La Coruña, Barcelona, Burgos, Lérida, Valladolid, Ibiza y Menorca. ¡Afortunados aquellos que han podido disfrutar de ellas!

Y ahora toca eso: disfrutar de nuestra nueva vida.