Editorial 101 – Entre el  IPC, IVA,  PIB, y el MW/H, nos quedamos OUT 

El frenazo económico internacional enfría la economía española y con ellos se van al traste todos los ahorros y economías domésticas. No hace falta más que salir a hacer la compra y vemos como la merma en nuestro bolsillo  se reduce en tanto en cuanto la bolsa de la compra va subiendo su precio a marchas forzadas, solamente con  el precio del aceite de oliva ya tenemos un 67% menos para nuestra cesta lo que eclipsa cualquier intención de hacer algún otro esfuerzo en la adquisición de más productos, ya que con la compra de este nuevo “oro líquido” se nos ha vaciada la cartera.

Lo mismo pasa con el azúcar un 40% más caro, las patatas han sufrido una subida del 27 %  y así con un sinfín de productos de compra casi diaria como son harina, pan, cereales, huevos, leche, fruta, productos cárnicos, legumbres y hortalizas por no hablar del  intocable pescado, pero si hasta los churros son el nuevo caviar madrileño. 

Otro gran inconveniente para las maltrechas economías caseras es el precio del suministro eléctrico, 220 €  el mw/h, aunque  si es cierto que con subidas y bajadas constantes, pero aun así el precio medio  no baja de 150€ mw/h  de media.

Habrá que echarle la culpa al dichoso IPC, o lo que es lo mismo el Índice de Precios de Consumo, que no es más que una medida estadística que informa de la evolución de los precios de los bienes y servicios que consume la población residente en viviendas familiares en España.

Por lo tanto en función de este dato estadístico y según la información  que arroja así nos cuesta más o menos  comprar el, pan, el combustible o la vivienda, que también es un asunto espinoso y que le quita el sueño a mucha gente. 

Según los informes  con los que nos riegan todos los días las  compañías de referencia en el sector de la consultoría inmobiliaria o valoración y actuaciones técnicas, estos datos nos  muestran un aumento del precio medio de la vivienda del 3,8% en la Comunidad de Madrid con respecto al mismo periodo del año anterior, situándolo en cerca de 2.500  €/mfrente a los 1.551€/m2 del resto de España.

También los datos respecto al precio de la vivienda en alquiler en la Comunidad de Madrid registra un crecimiento interanual del 6,8% hasta situarse en casi 17 €/m2 al mes.

Estos estudios estiman que en  este año es muy posible que se produzca  un ajuste en el volumen de compra y venta de viviendas de cerca del 10% esto es debido a la subida de los tipos de interés y por la caída del poder adquisitivo de los ciudadanos.

Este fenómeno también producirá una estabilización del precio residencial, e incluso podría provocar ligeras caídas del mismo durante los últimos meses del año, pero seguramente implicará un desplazamiento de la demanda hacia el mercado del alquiler. 

Pero a fin de cuentas el resultado global es  que si bien   ha aumentado el plazo medio de las nuevas hipotecas concedidas, hasta los 25 años; reduciéndose tanto la tasa de dudosidad del crédito hipotecario como la relación entre el préstamo solicitado y el valor de los inmuebles a financiar, con la  progresiva subida de los tipos de interés y la reducción del poder adquisitivo del ciudadano de a pié, esto supondría el regreso a una mayor demanda hacia el alquiler de la vivienda.

Lo más increíble es que desde el Ministerio de Asuntos Económicos, el mensaje es que la inflación se ha reducido ocho puntos en el año debido a las medidas aplicadas por el Gobierno y que se mantiene por debajo del 3%, con moderación incluida en  los alimentos.

Pues que nos diga a qué mercado van ellos y así podremos comer más y mejor. Aunque no sé yo si esto de que la gente lo esté pasando tan mal es un espejismo, porque según  apunta la vicepresidenta en funciones Nadia Calviño: «España se consolida como la economía europea con mayor crecimiento y menor inflación, lo cual beneficia a la competitividad de nuestras empresas y también el poder adquisitivo de los salarios”.

Mañana mismo pido cita con mi psicoanalista de la Seguridad Social claro, que para el privado no me llega. 

El precio del aceite de oliva ha subido un 67%, este nuevo «oro líquido», eclipsa cualquier otro producto de la cesta de la compra