Editorial 92 – Más por menos

Según los datos que nos ofrecen  las entidades especializadas, ahora intentar llenar  el carro de la compra con los productos más  básicos, nos   cuesta   cerca de un 15% más que hace tan sólo un año y es que nueve  de cada diez productos de la cesta básica han aumentado de forma considerable el precio en los  lineales  del súper. Cada vez  se oye más la misma frase en el mercado, “Con la subida de los precios con el mismo dinero, cada vez puedo comprar menos”.

Desde que se inició la pandemia,  con lo que ello supuso tanto en lo concerniente a los despidos,  los ERTE’s  y demás problemas económicos, fue el germen del gran problema en el que  han quedado muchas familias en situación de vulnerabilidad en el que muchos de estos núcleos de familia se han visto obligados a recurrir a los de bancos de alimentos u organizaciones de caridad, que  no resuelve  su situación por que  el problema de inseguridad alimentaria  pone en riesgo la dignidad de las personas que deben acudir a las tristemente famosas colas del hambre para recibir un lote sobre el que no tienen ninguna capacidad de elección. Hay que buscar soluciones  rápidas   para ayudar a los más vulnerables con ayudas más dignas y que las familias puedan realizar una compra mayor o  que al menos les dure  todo el mes.

Con la subida de los precios con el mismo dinero, cada vez puedo comprar menos”

Aparte de la necesidad de comer todos los días, otro gran problema y una de las peores pesadillas de los españoles  es intentar  comprar una casa. Comprar una casa ha sido siempre un proceso complejo en cualquier parte del mundo, y España no es una excepción.  Desde la búsqueda de la entidad bancaria que nos acepte el crédito, la gestión de la hipoteca con el banco, el papeleo que conlleva el proceso y no encontrar una vivienda que se adecúe a sus posibilidades se encuentran entre los principales miedos que tienen los españoles a la hora de enfrentarse a este tedioso  proceso que por orden de dolor de cabeza serian  la gestión de la hipoteca con el banco  con lo que implican los   complicados y burocráticos trámites que ello conlleva, ocupa el primer lugar entre los asuntos que más miedo dan a los compradores. El papeleo que conlleva obtener  una vivienda  requiere presentar diferentes documentos que aseguren que el comprador cuenta con las condiciones necesarias para obtenerla. Debido al agobio que supone y los problemas para presentar todo a tiempo, este asunto ocupa el segundo lugar respecto a las cefaleas inmobiliarias. Otro tema  importante es  encontrar la vivienda que se adapte a sus necesidades y es que un mercado saturado, resulta de gran complicación encontrar la residencia que satisfaga las necesidades y demandas. Así que otro problema a resolver es el temor a no descubrir la vivienda que realmente sea ideal para los compradores, tanto en sus preferencias de ubicación, como estancias, incluyendo que sea adecuada a su poder adquisitivo. Una vez que se ha resuelto el asunto de decidir qué vivienda nos podemos comprar, ahora llegan Los trámites para la firma de la escritura, que  es un momento crucial a la hora de adquirir una residencia de forma definitiva por el temor a no saber completar bien estos papeles, unido a los nervios que produce sentir que es uno de los últimos pasos antes de contar con una vivienda.

 Una vez que ya tenemos casa y muchos años de hipoteca para pagarla  a unos intereses muy altos, gracias a la gentileza de nuestra entidad financiera, toca buscar muebles, decoración, y un sinfín de necesidades que son vitales para nuestro nuevo hogar. Animo, somos jóvenes y nos queda mucho tiempo para pagar impuestos, hipoteca, comer todos los días y no entraré en vacaciones, coches y caprichos. Suerte.