La incapacidad de Sánchez

No sucede aquí algo que en otros países de nuestro entorno es muy habitual; fuera hay ejemplos de políticos y altos cargos que han dimitido tras descubrirse un currículo “adornado”, un máster comprado o un doctorado “honoris duda”.

Aquí ni siquiera se produce el cese cuando la incapacidad para el desarrollo del cargo resulta evidente, no ya a los ojos de los expertos, sino también para la gente de la calle.

En el caso de la Ministra de Igualdad, madre de los hijos del que fuera vicepresidente, el mero hecho de mantenerla en su puesto, especialmente después de haberse comprobado que “su” Ley de “Sisí” ha significado la excarcelación de casi una treintena de condenados y la reducción de pena para cerca de 300 delincuentes sexuales, resulta totalmente inadmisible.

A estas alturas de la “historia” ha quedado sobradamente demostrada la incapacidad de Sánchez para cesar a alguno de los ministros comunistas de su gobierno, por más que los “méritos” acumulados por algunos de ellos hayan sido más que suficientes como para haberlo hecho hace tiempo.

Hay en estos días rumores de cambio de ministros, pero todo apunta a que no irán mucho más allá de Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo, designada por el índice presidencial para disputar la alcaldía de Madrid a Almeida y de Carolina Darias, Ministra de Sanidad, que por idéntico procedimiento optará a la alcaldía de Las Palmas.

No, no es nada probable que “toque” a los ministros comunistas, seguramente porque el “pacto de Gobierno de coalición” que en su día firmaron Sánchez y el padre de los hijos de la Ministra de Igualdad lo impide.

Eso permitirá a esta última  seguir alardeando de las “bondades” de “su” ley, pregonar que “mantendrá el corazón de la norma” y hacer oídos sordos al clamor general que la ve como algo fallido y manifiestamente mejorable, mientras el contador de “rebajas y excarcelaciones” sigue subiendo.

Incluso marca “líneas rojas” a Sánchez ante las manifestaciones de miembros socialistas del Gobierno  sobre modificar “su” ley ahora que finalmente admiten “efectos indeseados” y se muestran predispuestos a corregirla con “ajustes”.

Y aunque conviene recordar que el proyecto de Ley Orgánica de Garantía Integral de Libertad Sexual, “LOGILS”, para todo el mundo ley de “Sisí”, fue aprobada por TODO el Consejo de Ministros, por lo que la responsabilidad de sus “indeseados” efectos, deben repartirse “a pachas” entre socialistas y comunistas, la ministra sigue considerando que es “SU” ley.

Al mantenerla queda demostrada la incapacidad de Sánchez para cortar por lo sano y corregir uno de los más graves errores de su Gobierno.

No hacerlo significa que da por buenas la mayoría de las encuestas que no le son nada propicias y que ante la proximidad de elecciones opta por no apartar a la presumible líder del partido que apuntala su sillón de Moncloa y puede continuar salvándole el culo en el futuro.

¿Será que los necesita y hacerlo ahora podría significar hundir aún más en las urnas a quienes en su día presumían de llegar para acabar con  la “casta”?